Un cachorro puede cazar desde el momento en que sienta motivación; es decir, a partir de los cuatro meses, en lugares sin dificultades, y durante una hora como máximo, facilitándole el trabajo desde el principio.
¡Cuidado! si con un año el perro no está suficientemente motivado, corremos el riesgo de tener problemas si lo llevamos de caza, entre otros, el miedo a los disparos.