[Resumen de la página 180 del libro]
En sus comienzos, el epagneul era un perro orgulloso y un poco celoso, por lo que se sentía molesto de que le robaran el fruto de su trabajo.
Desde el momento en que se encontraba en muestra y otro perro llegaba a su altura, eso le resultaba inaguantable, y provocaba que quisiera adelantarlo. El retemple de sangre con setter le ha permitido adquirir el respeto hacia el otro perro: eso que denominamos muestra a patrón.
Si nuestro perro no patronea, hace falta que hagamos resurgir en él esa facultad. Para eso, es bueno tener un perro monitor que sepa mostrar una pieza de caza que se encuentre estática, resulta ideal ayudarnos con una lanzadera. Deberemos tener nuestro perro atado con una cuerda, ya que se va a poner nervioso y va querer encontrar la pieza antes que el otro.
Lo calmaremos con el control del movimiento: “Chiiis… Quieto”.
Debe pararse al : “¡Quieto!” Luego haremos que se siente, con una nueva orden de : “¡Quieto !”
Entonces liberaremos al pájaro de la lanzadera para que nuestro perro, que estaba a patrón, se percate de que el monitor era quien tenía la pieza delante de él.